viernes, 25 de septiembre de 2009

Arquitectura & Yo



Desde chica mis papás me convencieron ( y se convencieron...) de que podría ser mejor de lo esperado; que podría ser superior, increíble, etc y para esto, no me dieron estetoscopios de plástico o cascos amarillos; me dieron cubitos para formar figuras, formas, espacios... Creo que así nació mi amor hacia la arquitectura, mis papás mandaron miles de mensajes subliminares hacia mi persona para que lo sea, desde chica me hicieron creer esa fantasía: que lo mío era ser arquitecta, y lo creí.

Durante años, me presentaron ingenieros y arquitectos, quienes me hicieron creer que no era tan difícil convertirme en aquello que tanto quería; nunca oí a nadie decir que era complicado y duro; hasta que una chica que conocí desde pequeña me lo dijo:"Arquitectura? yo estudié eso y la verdad, no se lo deseo a nadie...". Pensé que estaba exagerando o que lo años la habían vuelto más amargada y dura. Me equivoqué.

Para estudiar Arquitectura tuve que mudarme de ciudad y dejar atrás todo aquello que concebía como mío, aprender a compartir espacios, tiempo y responsabilidades.

Al entrar ya a la Universidad - un mundo completamente nuevo y agobiante para mí - todo pareció volverse real; descubrí que la Arquitectura no se basa en hacer dibujitos, en usar Lego como materia prima para maquetas o pensar que es posible crear todo aquello que soñamos sin tener en cuenta la gravedad, el peor amigo de los arquitectos.

Todo cayó de golpe sobre mí, no era la única, felizmente, pero poco a poco, he construido una relación amor - odio hacia la Arquitectura; odio que me critiquen, que mis maquetas no sean las mejores, tener que rehacer varias, que mi trazo no sea perfecto, que los profesores no entiendan mi punto de vista, manchar mi ropa con silicona liquida o UHU, gastar tanto en materiales y que no todo quede como yo esperaba; por otro lado, amo crear, que me feliciten por las maquetas, sentir que solo yo entiendo lo que éstas transmiten, que me den el asiento reservado cada vez que llevo una y que cada corte en mi mano cuente una historia.

A pesar del poco tiempo que estoy estudiándola, soy feliz, veo más allá de una pila de ladrillos, veo el comienzo de una obra de arte; pues al fin y al cabo, eso somos, artistas que inventan espacios, que crean sensaciones y que embellecen la ciudad.

1 comentario:

  1. vaya que tienes talento, muy buenos diseños, me hubiera encantado estudiar arquitectura a mi tambien péro bueno así es la vida, mucha suerte y exito, sigue asi ",)

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